Martina esperaba con ansiedad aquel cuento de Peter Pan. Al abrir su regalo no encontró lo que deseaba, lo primero que pudo observar fue una caja, la abrió, vio varios cables, uno largo casi de su estatura, otro pequeño y más grueso, al lado de éste había un objeto rectangular de unos 4 c.m. X 8c.m., apenas y cabía en la mano de la niña, la superficie era completamente lisa y podía sentir lo extremadamente delgada que era. Martina sentía curiosidad, aquel libro de Peter Pan, paso a ser solo un recuerdo de su infancia, algo nuevo estaba por venir.
De repente con su pulgar pudo abrir el objeto en dos partes, veía varias teclas, oprimió la roja, y como por arte de magia, observo el color azul en todas sus tonalidades. Al mismo tiempo sintió una corriente en sus manos, sus fibras nerviosas, sintieron aquel impulso que por poco hacen que bote aquel objeto al suelo, era una vibración que indicaba que ese aparato estaba encendido.
Lo primero que vio en la pantalla fue la fotografía de su perro Douglas, con sólo verla creyó estar frente a su mascota. Oprimió una tecla circular, inmediatamente aparecieron diferentes iconos, a medida que iba oprimiendo las teclas direccionares que rodeaban el botón redondo, los iconos se iban agrandando y este despertaba aún mas la curiosidad de Martina y más cuando observaba que en la pantalla predominaba el color azul. “esta personalizado a tu gusto” dijo su tía. Y efectivamente eso parecía por lo menos el color azul era su favorita y podía sentir a su perro cerca con solo verlo en la pantalla.
Martina seguía observando detalladamente ese objeto, así se sintió atraída por una tecla que tenía una nota musical, al oprimirla sus oídos se estremecieron al escuchar su canción favorita, que sonaba gracias a un sistema de altavoz que tenía el aparato. Martina se sentía extraña, estaba frente al Motorola w470, algo que tal vez no entendía, al fin y al cabo en ese momento lo único importante era estar frente a su primer celular.
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